Roles

Revisaremos ahora, los "papeles" (roles) que debe uno representar en distintas circunstancias de la vida diaria.

Esos "papeles" son importantes porque permiten ahorrar energía (ya que son sistemas de comportamiento codificados) y facilitan la adaptación al medio social. A veces estos roles están mal configurados, o bien no se cuenta con roles adecuados para circunstancias nuevas. Por último, puede haber confusión de roles cuando se asume el comportamiento último, y puede haber confusión de roles cuando se asume el comportamiento propio de una situación, en otra que no corresponde.

La gente muy joven cuenta con pocos roles y, en cambio, las personas de más edad, pueden poseer un buen repertorio de ellos, pero muchos pueden estar mal configurados o confundidos en las distintas situaciones. En todo caso, la corrección de roles exige un trabajo muy sostenido ya que ese comportamiento ha echado fuertes raíces a lo largo del tiempo.

Recuerde que el rol del profesor que, por ejemplo, cumple una persona, no nos dice demasiado a menos que se explique de qué manera se realiza ese cumplimiento. Es decir, puedo ser un buen o mal profesor, puedo tener un comportamiento despótico o amable, puedo ser persuasivo, exigente o complaciente, etcétera.

Sucede, por último, que no obstante los distintos roles que cumplo en la vida diaria, todos ellos pueden ser reducidos a una cierta actitud básica que explica en gran medida por qué algunos de ellos están mal conformados, o por qué otros están confundidos, o por qué algunos otros me son tan difíciles de dominar.

Imagen de sí

Una cosa es la imagen o impresión que uno desea causar en otros (y eso en buena medida aparece en la forma en que se interpretan los roles) y otra cosa es la impresión, la imagen de sí mismo que uno tiene. Es como preguntarse: "¿Qué pienso yo acerca de mi persona?" Recuerde, no es lo mismo preguntarse eso que preguntarse por la impresión que se quiere causar a otros.

La mejor forma de comprender la imagen de sí consiste en proceder por descarte, por eliminación. Cuando elimine alguna facultad o posesión y comprenda qué problema le traería tal cosa, podrá comprobar que la imagen de sí mismo tiene fuertes cargas compensatorias que trabajan así para darle una cierta seguridad en la vida. La imagen de sí es de utilidad para autoafirmarse, pero debe comprenderse que su raíz, a veces, descansa en carencias o defectos compensados.
Roles

Revisaremos ahora, los "papeles" (roles) que debe uno representar en distintas circunstancias de la vida diaria.

Esos "papeles" son importantes porque permiten ahorrar energía (ya que son sistemas de comportamiento codificados) y facilitan la adaptación al medio social. A veces estos roles están mal configurados, o bien no se cuenta con roles adecuados para circunstancias nuevas. Por último, puede haber confusión de roles cuando se asume el comportamiento último, y puede haber confusión de roles cuando se asume el comportamiento propio de una situación, en otra que no corresponde.

La gente muy joven cuenta con pocos roles y, en cambio, las personas de más edad, pueden poseer un buen repertorio de ellos, pero muchos pueden estar mal configurados o confundidos en las distintas situaciones. En todo caso, la corrección de roles exige un trabajo muy sostenido ya que ese comportamiento ha echado fuertes raíces a lo largo del tiempo.

Recuerde que el rol del profesor que, por ejemplo, cumple una persona, no nos dice demasiado a menos que se explique de qué manera se realiza ese cumplimiento. Es decir, puedo ser un buen o mal profesor, puedo tener un comportamiento despótico o amable, puedo ser persuasivo, exigente o complaciente, etcétera.

Sucede, por último, que no obstante los distintos roles que cumplo en la vida diaria, todos ellos pueden ser reducidos a una cierta actitud básica que explica en gran medida por qué algunos de ellos están mal conformados, o por qué otros están confundidos, o por qué algunos otros me son tan difíciles de dominar.





Ensueño y núcleo de ensueño

Seguramente habrás notado que hay momentos en la vida diaria en los que uno parece soñar despierto. Cuando se tiene hambre a veces se "sueña" despierto con determinados alimentos. Esto es válido casi siempre que se presentan necesidades o deseos y median algunas otras circunstancias que comentaremos más adelante. A esos sueños despiertos le llamamos "ensueños". En general, los ensueños sirven para compensar carencias o resolver dificultades imaginariamente. Con ellos, se produce una momentánea disminución de tensiones molestas.

Ahora bien, cuando se trata de dificultades momentáneas (como en el caso del hambre y el ensueño de los alimentos), decimos que actúan ensueños compensatorios secundarios, situacionales. Pero si el caso del hambre fuera para alguien algo continuo, o bien la situación económica pusiera a esa persona frente a la amenaza del hambre cotidianamente, tales ensueños de alimentos pasarían a ser primarios.

En nuestros estudios, importan los ensueños primarios, ya que ellos tienden a dirigir muchas de nuestras actividades, al tiempo que contribuyen a las descargas de tensiones permanentes.

Las mejores formas de rastreo de los ensueños primarios consisten en atender a esas imágenes, esas divagaciones que se forman cuando uno está por dormir o al despertar, es decir en el nivel de conciencia de "semisueño". Pero también aparecen estas imágenes y son de fácil rastreo en el nivel de "vigilia" (de despierto), cuando se experimenta fatiga. El rastreo de los ensueños primarios en el nivel de conciencia de sueño, es más difícil porque allí las imágenes que surgen como "sueños" a veces son los mismos ensueños primarios y a veces son ensueños secundarios de situación (compensaciones de sed, hambre, calor, malas posiciones del cuerpo, etc.).



Autoliberación
Prácticas de Autoconocimiento
Lección 6